El hermano tenía una sonrisa peculiar, ese tipo de sonrisa que en los días más tristes en tu cara sacaba una igual.
No se enfadaba y ni siquiera regañaba, sus ojos brillaban con gran alegría.
Así era el hermano Valentín, que tenía una sonrisa que le duró hasta su fin.
Ainhoa Hernández
Para un alumno de 13 años es muy triste y difícil afrontar la pérdida de un ser querido como fue el Hno. Valentín. Una persona con la que podías conversar cuando quisieras e incluso en los momentos más difíciles. Si hacías algo mal, él procuraba que cambiases de actitud con una gran sonrisa que te animaba a olvidarte de los conflictos que tuvieses ese día.
Con este buen hermano, tuve una gran relación, porque demostraba sentimiento e interés por el deporte que yo practico. La natación. Siempre tendré de él un recuerdo cariñoso en mi corazón como el hermano de la paciencia y de la sonrisa.
Carlos Casermeiro
La persona que siempre nos ayudó,
y que no conocía la melancolía,
siempre tenía compasión,
ese es don Valentín y su alegría.
Dedicó su vida a La Salle de Melilla,
y era realmente sabio,
nunca sentía bastante ira,
para cabrearse en el patio.
Valentín adoraba la capilla,
donde a veces él rezaba,
para pedirle al Señor,
lo que él necesitaba.
Juanjo Mullor
La madrugada del día 9 se perdió a una gran persona, fue la última vez que el sol sonrió, fue la última vez que la estrella de La Salle brilló.
Aunque tratemos que nuestro día a día sea normal, nunca lo será porque al entrar al colegio no volveremos a ver esa gran sonrisa deseándonos “buenos días”, esa sonrisa que nos animaba aunque algo fuera mal, esa sonrisa que hacía que la vida tuviera sentido, esa sonrisa del Hermano Valentín.
Todos tenemos un pesar enorme por la ida de una de las mejores personas que probablemente conoceremos jamás, cada uno de nosotros lo encajará a su manera pero todos estamos de acuerdo en que nadie nos volverá hacer sonreír como lo hacia él, en que esa manera tan suya de consolarnos no la volveremos a tener. La muerte nos roba a los seres amados y los inmortaliza en el recuerdo, pero el Hermano Valentín siempre será algo más que un recuerdo, es para todos nosotros, un modelo de vida, un modo de afrontar las cosas, saber crecer y valorarnos como somos, con nuestros defectos y virtudes, y aunque hoy no esté entre nosotros, siempre podremos escuchar su risa, cuando suene nuestra campana, cuando salga el sol de nuevo y cuando los niños rían, podremos escuchar su risa en nuestro corazón.
Con su ida no sólo perdimos a un hermano, perdimos a una gran persona, un gran compañero, que siempre estaba a nuestro lado para lo bueno y para lo malo, que siempre nos ayudaba, que siempre tenía un buen gesto, una palabra buena, que siempre nos iluminaba en nuestra vida.
A pesar de que él tuviera sus problemas siempre nos ha mostrado su actitud luchadora y su optimismo, y lo único que quería era vernos felices.
Ha sido maestro, Hermano, una de las personas que más ha trabajado por este colegio, ha sido el motor de esta gran familia lasaliana.
Siempre daba todo cuánto tenía, a cambio de nada.
Desde su colegio, La Salle- El Carmen de Melilla, sólo le deseamos lo mejor, y sabemos que el Hermano Valentín está en el cielo, ya que si no está ahí, no existe el cielo.
Desde el corazón, tus queridas alumnas: Lourdes Epelde Epelde, Marina Hernández Gómez, Carmen Huesca Romero y Elena Zamorano García
Querido Hermano Valentín: Hermano te envío esta carta por el motivo de que te echo mucho de menos. Ahora sé que estas en el cielo pero tu alma y todo tu amor siguen aquí en este nuestro gran colegio.
Ignacio Fernández Lorente
El hermano Valentín era una persona increíble. A los niños siempre nos regalaba su sonrisa y su cariño. A los mayores su apoyo y trabajo. Siempre tenía una sonrisa enorme en su sus labios.
Su gran corazón era siempre de oro y siempre estaba dispuesto a ayudar... ¡Nunca te olvidaremos hermano Valentín!
Laura Barba
Amable, bueno, cariñoso, dulce, entregado, feliz, grato, honorable, inteligente, jovial, leal, modesto, natural, ordenado, parcial, respetuoso, santo, tolerante, valiente... Hasta el abecedario se nos queda corto de adjetivos buenos para el Hno. Valentín, una persona con un corazón enorme.
Cuando nos enteramos del devastador hecho, no dábamos crédito de la situación. Aquel domingo que se planteaba prometedor, se oscureció, se volvió extraño. Las redes sociales, mayor medio de expresión de la juventud, se vestían de luto, y recordaban mediante palabras, la bondad del hermano.
Su firmeza y constancia, le han hecho ser quien ha sido y quien es. Gracias por haberte ganado nuestros corazones, porque ahora has conseguido el cielo.
Hasta luego, y gracias por todo Hno. Valentín.
Laura Isla
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